Que una casa se presente para la
venta «tal como está» significa que el vendedor no puede o no quiere gastar
dinero para repararla o hacerla atractiva. Una vez completada la transacción,
todos los arreglos o las mejoras deseadas son responsabilidad del comprador. En
una lista de propiedades, la frase «como está» equivale a decir: «Cuidado,
comprador. La casa podría requerir una inversión adicional significativa».
Qué notable es que, cuando Jesús
murió, pagó el precio más alto por cada unos de nosotros, a pesar de nuestra
condición. Apocalipsis 5 describe una escena en el cielo, donde solo «el León
de la tribu de Judá, la raíz de David» fue considerado «digno de abrir el sello
y leerlo» (vv. 3-5). Tiene el aspecto de un Cordero y se convierte en el objeto
de la alabanza de un nuevo cántico: «… porque tú fuiste inmolado, y con tu
sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y
nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra» (vv. 9-10).
De manera voluntaria, Jesucristo nos compró con su sangre para Dios. Cada uno fue comprado «tal como está», incluidos los errores, los defectos y la necesidad de una renovación. Por la fe, ahora somos posesión suya, y estamos en proceso de remodelación para la gloria de Dios. ¡Qué maravilla que el Señor nos conociera, nos amara y nos atrajera hacia Él tal como somos!
Dios nos conoce por dentro y por fuera; ninguna renovación es demasiado grande para él. (RBC)