Las Cataratas del Iguazú, en la
frontera entre Argentina y Brasil, es un espectacular conjunto de saltos de
agua con 275 cascadas en una extensión de 2,7 km (1,67 millas) del Río Iguazú.
Del lado brasilero, grabadas sobre un muro, están las palabras del Salmo 93:4:
«El Señor, en las alturas, se muestra poderoso: más poderoso que el estruendo
de las muchas aguas, más poderoso que los embates del mar» (NVI). Debajo de
este texto, aparecen estas palabras: «Dios siempre es mayor que todos nuestros
problemas».
El autor del Salmo 93, que escribió sus
palabras en una época cuando gobernaban reyes, sabía que, en definitiva, Dios
es Rey por sobre todos. «Jehová reina», declaró. «Firme es tu trono desde
entonces; tú eres eternamente» (vv. 1-2). Por más altas que sean las olas y
furiosas las inundaciones, el Señor sigue siendo mayor que todo.
El rugir de las cascadas es ciertamente
majestuoso, pero es muy distinto estar en medio de las aguas que corren a toda
velocidad hacia ellas. Quizá hoy estés en una situación así. Los problemas
físicos, financieros o relacionales amenazan con ser cada vez peores y te
sientes como si fueras a caer por las cataratas. En situaciones semejantes, los
creyentes tienen Alguien a quien acudir: el Señor «que es poderoso para hacer
todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos»
(Efesios 3:20), porque es mayor que todos nuestros problemas.