Creo
que Josué podría haber dicho algo similar sobre el director de su vida. En el
pasaje bíblico de hoy, el recién nombrado líder de Israel estaba parado a las
puertas de la tierra prometida. Más de dos millones de israelitas lo
consideraban su líder y guía. ¿Cómo actuaría? Dios no le dio un guión
detallado, pero le aseguró que iría con él.
El
Señor le dijo: «estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé» (Josué 1:5).
Le mandó que estudiara y pusiera en práctica todo lo que estaba escrito en su
Palabra (vv. 7-8), y prometió estar con él dondequiera que fuera. Josué
respondió con total devoción y se sometió a su asombroso Guía, y «no faltó
palabra de todas las buenas promesas que el Señor había hecho a la casa de Israel;
todo se cumplió» (21:45).
Nosotros
también podemos entregarnos a la órdenes de nuestro Director y descansar en su
fidelidad.
«La
fe nunca sabe hacia dónde va, pero conoce y ama a Aquel que la guía». —Oswald
Chambers