No obstante, ambos siguen trabajando con
ahínco para el Señor: son guerreros de oración. Aunque quizá no puedan estar
físicamente presentes en la iglesia, son fieles «entre bambalinas» en su
servicio para el Señor.
La parábola de Mateo 25 nos recuerda que
debemos utilizar los «talentos» que Dios nos ha dado en su sabiduría. Todos
tenemos habilidades o capacidades en diversas áreas, y no debemos enterrar ni
desperdiciar lo que el Señor nos ha concedido.
Dios no nos utiliza solamente cuando somos
fuertes, sino también en nuestra juventud y vejez, y en nuestras enfermedades y
debilidad. Viviana y Daniel continúan sirviendo con la oración. Y como ellos,
nosotros honramos a nuestro Salvador al utilizar nuestros talentos… «cada uno
conforme a su capacidad» (v. 15) para servir a Aquel que es digno.
Dios puede utilizarte
a cualquier edad… si estás dispuesto. (RBC)