Quizá como creyentes en Cristo, podríamos aprender de esta frase médica y legal y aplicarla a nuestras relaciones interpersonales. Mejor aún, podemos practicar lo que dice la Biblia sobre concederles a los demás el beneficio de la duda. En 1 Corintios 13:7, leemos que el amor «todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta». Leon Morris, en Tyndale New Testament Commentaries [Comentarios Tyndale del Nuevo Testamento], dice sobre la frase «todo lo cree»: «Ver lo mejor en los demás […]. Esto no significa que el amor sea ingenuo, sino que no piensa en lo peor. Retiene su fe. Al amor no se lo engaña […], sino que siempre está dispuesto a otorgar el beneficio de la duda».
Cuando oímos algo negativo sobre las demás personas o sospechamos de sus motivaciones para actuar, detengámonos antes de juzgar si sus intenciones son buenas o malas. Concedámosles el beneficio de la duda.
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El amor concede a los demás el beneficio de la duda.(RBC)