El pastor escocés Alexander MacLaren dijo:
«Rechazar la luz genera la más densa oscuridad, y el hombre que teniendo luz,
no confía en ella, se rodea de un cúmulo de espesas nubes de tinieblas y
condenación». Jesús describió este autoimpuesto eclipse espiritual del corazón
y de la mente con estas palabras: «Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué
densa será esa oscuridad! (Mateo 6:23 NVI).
La gran invitación de la Navidad es que
abramos nuestro corazón al Salvador que vino para poner fin a nuestras
tinieblas. Jesús dijo: « Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para
que seáis hijos de luz. […].Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel
que cree en mí no permanezca en tinieblas» (Juan 12:36, 46).
El sendero para salir de nuestra noche
espiritual es caminar en la luz con Cristo.
Cuando andemos en la Luz Divina, no tropezaremos en la
oscuridad. (RBC)