Durante dos décadas, el
ecologista Mike Hands ha trabajado para ayudar a los granjeros de América
Central a adoptar métodos más eficaces para cultivar granos. Sin embargo, a
ellos les resulta difícil abandonar la antigua práctica agrícola de «talar y
quemar», aunque saben que destruye el terreno y contamina el aire.
Entonces, en vez de simplemente
hablarles, Mike les muestra qué es lo mejor. En el documental Up in Smoke [En
el humo], declara: «Hay que demostrarlo. No puedes predicarlo. Tampoco puedes
describirlo. La gente necesita verlo para poder ponerlo en práctica».
Pablo adoptó un enfoque similar
para compartir el evangelio de Jesucristo. Les escribió a los creyentes de
Corinto: «ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de
humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que
vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de
Dios» (1 Corintios 2:4-5). Más adelante en su carta, volvió a decirles: «Porque
el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder» (4:20).
Día a día, pídele al Señor que te
ayude a acompañar tus palabras con acciones. Permitir que Dios se muestre a
través de nosotros es una manifestación poderosa de su gracia y amor.
Necesitamos
respaldar nuestras palabras con acciones. (RBC)