El libro de Proverbios, en el Antiguo
Testamento, nos insta a considerar cuidadosamente los resultados a largo plazo
de nuestras decisiones. La frase recurrente «al fin» (Proverbios 5:4; 25:8;
29:21) nos advierte que miremos el final del camino y nos preguntemos si
aquello que nos atrae nos llevará, en definitiva, al gozo o a la tristeza, a la
honra o a la desgracia, a la vida o a la muerte. «Porque el Señor da la
sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Él provee de
sana sabiduría a los rectos…» (2:6-7).
La clave para evitar los trágicos resultados
de las decisiones necias es aferrarnos a la sabiduría de Dios para que guíe
nuestra vida. «Entonces [entenderemos] justicia, juicio y equidad, y todo buen
camino» (v. 9).
La sabiduría es
entender qué es lo verdaderamente importante. (RBC)