Un aspecto de la gloria de Dios es su
omnipotencia. Pero ¿cómo demuestra Él su fuerza? No lo hace reacomodando las
galaxias delante de nuestra vista, cambiando el color del sol a su antojo ni
congelando un rayo como un trofeo a su vigor, sino mediante su amor y compasión
hacia personas necesitadas como nosotros. Dios escogió «mostrar su poder a favor
de los que tienen corazón perfecto» (2 Crónicas 16:9).
El patrón es coherente a lo largo de las
Escrituras. Desde la división de las aguas del Mar Rojo, pasando por la
maravilla del maná en el desierto y el milagro del nacimiento virginal, hasta
llegar finalmente al poder de la resurrección, nuestro Dios Todopoderoso ha
elegido demostrar su poder para bendecir, preservar y proteger a su pueblo.
Ten la seguridad de que al Señor le encanta
mostrar su fortaleza en los desafíos de la vida. Y cuando demuestre su
poder a nuestro favor, ¡recordemos darle la gloria!
La sabiduría, el amor
y el poder de Dios respaldan todas sus promesas. (RBC)