El apóstol Juan registró un debate entre
Jesús y un grupo de personas que creían que Él declaraba cosas falsas sobre sí
mismo. El Señor les dijo: «Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres…» (Juan 8:31-32). Le contestaron que nunca habían sido esclavos de
nadie, y preguntaron: «¿Cómo dices tú: Seréis libres?» (v. 33).
El debate continuó, y Jesús siguió afirmando
que estaba diciéndoles la verdad (vv. 34, 40, 45-46, 51). Algunos le creyeron,
pero otros permanecieron enojados con Él y escépticos.
En cierto sentido, ese debate continúa en la
actualidad. Los que se oponen a Jesús buscan desacreditar sus declaraciones y
distorsionarlas para que se conviertan en mentiras. El Señor declara: «Yo les digo
la verdad», y promete que nos dará una libertad que no podemos hallar en ningún
otro lado.
Vale la pena hacer una «verificación de
datos» del registro bíblico de la vida de Jesús para determinar a quién
seguiremos. Todos tenemos una decisión que tomar.
La verdad de Dios
supera toda prueba. (RBC)