Podemos demostrar el corazón amoroso del
Padre al suplir las necesidades físicas de la gente. Salomón escribió: «El que
oprime al pobre afrenta a su Hacedor; mas el que tiene misericordia del pobre,
lo honra» (Proverbios 14:31). Podemos mostrar misericordia a los necesitados
ofreciéndonos para colaborar en un comedor, ayudando a alguien a encontrar
trabajo, sustentado financieramente la apertura de pozos en lugares donde hace
falta agua potable, repartiendo alimentos en zonas afectadas por la pobreza,
enseñando oficios o llevando comida a escuelas para los niños.
Asumir esta responsabilidad honra al Padre
celestial y su interés en el bien de todos. Y los que están pasando hambre
podrán escuchar mejor el mensaje de la cruz si el estómago no les gruñe.
Cuanto más entendamos
el amor de Dios hacia nosotros, más amor mostraremos a los demás. (RBC)