Los habitantes de Gander demostraron la clase de amor que se describe en Hebreos 13: «No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles» (v. 2). Es probable que esto se refiriera a Abraham cuando agasajó a los tres varones que fueron a decirle que pronto tendría un hijo (Génesis 18:1-16). Dos de esos «varones» eran ángeles, y uno era el Ángel del Señor. El comentarista bíblico F. F. Bruce dice de Abraham: «Entre los judíos, Abraham se destacó por su hospitalidad como así también por sus otras virtudes; un verdadero hijo de Abraham también debe ser hospitalario».
Dios llama a los creyentes a demostrar su amor y gratitud hacia Él mediante sus buenas obras de hospitalidad y compasión.
El amor como el de Cristo se ve en las buenas obras. (RBC)