Durante la última semana de diciembre, los locutores suelen hacer un repaso de los sucesos importantes del año que termina: éxitos y fracasos de personas destacadas, desastres naturales, desafíos económicos y muertes de líderes y celebridades. Por lo general, los acontecimientos más sorprendentes son los más publicitados.
Si hicieras un repaso de este año en tu vida, ¿qué aparecería en la lista? ¿Algún hecho inesperado te hizo cuestionar a Dios o te llevó a experimentar más intensamente Su bondad?
El Salmo 77(76) registra el lamento de una persona angustiada que creía que a Dios ya no le interesaba nada (vv. 7-9). «¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?» (v. 8). No obstante, aun en su desesperación, el salmista dijo: «Me acordaré de las obras de JAH; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas» (v. 11). Eso le trajo como resultado una confianza y esperanza renovadas: «Tú eres el Dios que hace maravillas; hiciste notorio en los pueblos tu poder» (v. 14).
Mientras piensas en el año que pasó, ¿por qué no escribes los acontecimientos importantes que experimentaste? No tengas temor de incluir tus dificultades y decepciones, sino acuérdate de considerar todas las formas en que Dios estuvo contigo.
En medio de todas las complicaciones, siempre encontraremos que Dios es fiel.
Las dificultades de la vida nos dan la oportunidad de experimentar la fidelidad de Dios.(RBC)