Hechos 12:1-6 describe una situación en la
que Pedro tenía muy pocas probabilidades de salir con vida. Estaba preso «entre
dos soldados, sujeto con dos cadenas» (v. 6). Herodes ya había ejecutado a
Jacobo, uno de los seguidores más cercanos de Jesús, y tenía en mente el mismo
destino para él (vv. 1-3). Un jugador no habría apostado nada a que Pedro saliera
con vida.
Sin embargo, el plan de Dios incluía
liberarlo de manera milagrosa, lo cual le resultaría difícil de creer aun a
aquellos que intercedían a su favor (vv. 13-16). Quedaron pasmados cuando Pedro
apareció donde se habían reunido a orar.
Dios puede actuar más allá de las
probabilidades porque es todopoderoso. Nada es demasiado difícil para Él. Aquel
que nos ama y se entregó por nosotros se encarga de nuestra vida. En
circunstancias comunes y situaciones imposibles, Dios puede revelar su poder.
Ya sea que el éxito sobreabunde o que la angustia nos envuelva, el Señor está a
nuestro lado.
Dios siempre tiene el
control detrás de bambalinas. (RBC)