Nuestro corazón bombea a un ritmo de 70
a 75 latidos por minuto. Aunque suele pesar unos 300 gramos, un corazón
saludable bombea unos 7.500 litros de sangre a través de casi 100.000
kilómetros de vasos sanguíneos cada día, y genera suficiente energía como para
conducir un camión unos 30 kilómetros. En toda una vida, es el equivalente a un
viaje de ida y vuelta a la luna. Un corazón saludable puede hacer cosas
maravillosas. Por el contrario, si no funciona bien, todo el cuerpo se
resiente.
Lo mismo podría decirse de nuestro
«corazón espiritual». En la Escritura, el corazón representa el centro de
nuestras emociones, pensamientos y razonamientos. Es el «centro de comando» de
nuestra vida.
Doy gracias a Dios por habernos dado su
Palabra. Necesitamos su ayuda para no descuidarla y para usarla a fin de
alinear nuestro corazón con el suyo cada día.