Para la mayoría de los hispanohablantes, el acrónimo SOS significa una petición de ayuda urgente. Sin embargo, para los creyentes también podría significar: «Sólo Ora Siempre».
El rey Ezequías fue uno de los mejores monarcas de Judá. Después del reinado malvado de su padre, restauró la adoración a Dios en la nación (2 Reyes 18:3-4). Sin embargo, cuando el rey asirio atacó Judá, Ezequías se rindió, quitó el oro del templo de Jerusalén y se lo dio para apaciguarlo (vv. 13-16).
No obstante, eso no satisfizo al monarca asirio; así que, volvió a amenazarlo. Fue entonces cuando Ezequías recurrió al Señor en oración, diciendo: «… sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; […] sálvanos, te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios» (19:15-19). Cuando Ezequías oró, Dios le contestó de una manera extraordinaria y lo libró de sus enemigos (vv. 35-37).
Tal vez estés enfrentando un problema que te hace sentir desamparado. Quizá sea la pérdida de un trabajo, una situación familiar o laboral difícil, o problemas de salud. Recuerda que tenemos un Dios poderoso a quién podemos presentarle nuestras preocupaciones. Así que, antes de hacer cualquier otra cosa, recuerda el SOS: Sólo ora siempre.
LA ORACIÓN DEBERÍA SER NUESTRA PRIMERA REACCIÓN EN VEZ DE NUESTRO ÚLTIMO RECURSO.(RBC)