El director declaró: «En educación, hablamos
mucho sobre no dejar de lado a ningún niño. En el ejército, hablan de no
abandonar a ningún soldado. El tema de hoy es no dejar atrás a ningún
graduado».
Jesús señaló la importancia que cada persona
tiene para Dios mediante tres historias sobre algo que se había perdido: una
oveja, una moneda y un hijo (Lucas 15). En cada caso, alguien había perdido
algo sumamente valioso. Al encontrarlo, los amigos y los vecinos son convocados
para celebrar y regocijarse juntos.
El concepto es claro: Todos somos sumamente
valiosos para Dios, quien nos ofrece perdón y nueva vida por medio de Cristo. Y
nos busca fielmente con su amor y gracia. Hay gran gozo en el cielo por un
pecador que se arrepiente (v. 7).
Nuestro valor se mide
en función de lo que Dios ha hecho por nosotros. (RBC)