Jesús indicó una buena manera de reconocer a
un creyente. Les dijo a Sus discípulos: «En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros» (Juan 13:35). Las formas
de demostrar amor a los demás creyentes son tan ilimitadas como las necesidades
de las personas: una nota de ánimo, una visita, una comida, una reprensión
cordial, una oración, un versículo bíblico, un oído atento, incluso una sonrisa
amistosa.
El apóstol Juan escribió: «Nosotros sabemos
que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos» (1 Juan 3:14).
Por el interés que demostramos hacia los demás creyentes, ¿pueden los demás
darse cuenta de que conocemos y amamos al Señor?
Una medida de lo que
amamos a Dios es cuánto amor les demostramos a Sus hijos. (RBC)