De manera inexplicable, el Señor le dijo a Moisés que hiciera retroceder al pueblo hacia Egipto y que acamparan de espaldas al Mar Rojo, para que Faraón los atacara (Ex. 14:1-3). Ellos pensaron que morirían, pero Dios dijo que sería glorificado y honrado a través del monarca y de todo su ejército, y que los egipcios sabrían que Él era el Señor (vv. 4, 17-18).
Cuando no entendemos por qué Dios permite que atravesemos circunstancias que amenazan abrumarnos, es bueno recordar que Él tiene en mente nuestro bien y Su gloria. Si podemos decir, Padre, por favor, dame fuerzas para confiar en ti y para honrarte en esta situación, estaremos en conformidad con Su perspectiva y con Su plan.

La fe nos ayuda a aceptar lo que no podemos entender. (RBC)