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Los Gerbens querían compartir su colección; entonces, la exhibieron en una universidad de su localidad. Larry dijo: «Los artistas nos han ayudado a nosotros, y esperamos que sus obras ayuden a otros».
Mientras recorría la muestra, quedé impactado por la profunda necesidad del hijo, su sincero arrepentimiento y el hermoso perdón del padre reflejados en las diversas obras de arte: pinturas, grabados al aguafuerte, cristalerías, bocetos y cortinas de seda.
Todos hemos sido como el hijo en esta historia, cuyos planes para su vida eran diferentes a los que su padre tenía para él. Todos hemos abandonado a nuestro Padre celestial (Romanos 3:10-12). No obstante, Él nos da la bienvenida cuando regresamos a Su lado.
Tú también verás lo bello del perdón en el rostro de tu Padre celestial cuando clames a Él, diciendo: «Padre, he pecado…» (Lucas 15:18). Si estás lejos de Dios, regresa ahora a casa y experimenta Su amor.
Cuando Dios perdona, quita el pecado y restaura el alma. (RBC)